NINI: El término nini1 (ni estudia, ni trabaja) es un término considerado por algunos sectores como ofensivo23 que equivale al acrónimo en inglés NEET, para la expresión not in employment, education or training (o sea, ni trabaja ni estudia ni recibe formación).
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Necesitan
antecedentes chavos. Empecé a trabajar a los 15 años, aunque gracias a Dios, no
lo necesitaba. O tal vez sí, pero no desde un punto de vista económico.
Me acababa de mudar a una nueva casa, a
varios kilómetros de donde había crecido, así que el hecho de que Sin Bandera
sacara su sencillo "Kilómetros", me ayudaba a canalizar el
sufrimiento, pero no a contrarrestarlo. Necesitaba mantenerme ocupado o
entretenido, y Facebook, Netflix, Grindr ni Pokemon Go, se habían inventado
(así de viejo estoy, ya sé).
Mi primer trabajo fue
en una isla de un centro comercial, vendía libros infantiles y me encantaba
leerlos, así que era un ganar-ganar. Sólo trabajaba durante vacaciones, así que
como Barbie, tuve muchas ocupaciones: vendedor, mesero, heladero, asistente de
computadoras, etc. (pero nunca un KEN) *cries in spanish*
Un verano no
encontré trabajo y me metí de voluntario en un ancianato. De verdad, quiero ser
un viejito sabio, divertido, flexible (hacíamos yoga, no piensen mal) y feliz,
como los que conocí. Tal vez con unos nietos menos ingratos, eso sí.
Después estudié
mercadotecnia y tuve la fortuna de encontrar trabajo bastante rápido, así que me
mantuve ocupado de tiempo completo desde hace 13 años. Me gusta pensar que soy
un Godínez Premium. Un Godínez Legendario.
A principios de este
año, decidí dejar todo por la IMPRO. Si usted no sabe qué es la improvisación,
le recomiendo que reconsidere aquellos malos pasos que ha dado en la vida,
reflexione y lea el post anterior. En fin, todo por el arte de hacer reír a la
gente. Unos se vuelven adictos a los aplausos, mi droga son las risas.
Veamos, el problema
con este post es que iba a hablar de mi estado NINI, pero empecé justificándome,
eso nos da la idea de que no soy un NINI feliz. Y los INFENINIS somos los peores.
En marzo volé a
Bogotá, me inscribí en un Diplomado Internacional de Improvisación Teatral
(bum, papalord). Y fui feliz. Todos los días estudiando, jugando, entrenando,
viviendo y soñando improvisación. Es lo que supongo los contadores sienten
cuando tienen cierre de mes o los doctores cuando realizan cirugías de 48
horas. ¡Por fin experimenté en carne propia lo que sienten los Administradores
de Empresas cuando van a las ferias de Atracción de Talento en el World Trade
Center!
Todo lo bueno tiene
un inicio y un final. Eso lo aprendí cuando vi el final de Friends, Parks and
Recreation y Café con aroma de mujer; cada uno de ellos se robó un pedacito de
mi corazón. Así que me despedí de todos esos seres hermosos y locos que conocí
en el viaje, agarré mi maleta, mis cuarenta kilos de café, los nuevos sueños construidos
y me regresé al país que vio nacer a Verónica Castro, Pedro Infante y a mí.
Ahora en casa, con
muchos planes y poca paciencia, me he convertido en un NINI, así tal cual, uno
nunca sabe cuando le llega hasta que le llega, supongo así debe ser la
menopausia.
Me despierto y me
pregunto el sentido de la vida. Me baño y me pregunto el sentido de la vida.
Salgo a la calle y me pregunto el sentido de la vida. El único momento en el
que no me pregunto el sentido de la vida, es cuando veo Mariposa de Barrio,
porque ahí me queda claro que debes lograr lo que sea con tu vida, menos ser
madre de varios hijos con padres diferentes.
Por un lado debería
estar disfrutando esta nueva experiencia, aprender algo nuevo, como macramé, o
algo que me interese, como... ¿macramé? ¿Por qué sólo puedo pensar en macramé?
Ni siquiera estoy seguro de qué es eso.
Llegué a la
conclusión que disfruto escribir idioteces, así que heme aquí, escribiendo las idioteces
más grandes que se me ocurren. Si sigo de NINI aburrido y no encuentro un curso
de macramé online, esperen nuevas entradas pronto.
¿Qué? ¿esperaban una
moraleja, una conclusión o epifanía? Pues no, ¿qué no leyeron al inicio del
post que los NINIS no recibimos formación?
Eh, por cierto,
esperen noticias de esos nuevos planes, toman su tiempo, pero ahí vienen. Sólo
imaginen que están formados en la nueva montaña rusa de un parque de
diversiones, la fila durará 3 horas, pero... ¡OH POR DIOS CÓMO SE VAN A
DIVERTIR!
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