Odio las películas de terror. Odio ser miedoso. Odio ver sangre por litros. Odio los gritos. Odio el odio. Odio la violencia injustificada. Odio gritar en el cine. Odio gritar groserías en el cine, y más cuando estoy rodeado por niños. Odio odiar.
Domingo 25 de Octubre
7:00am. Despierto enojado por no poder dormir más. Me hago a la idea. Me duermo un poco más.
7:10am. Vuelvo a despertar. Me enojo por no poder dormir más. Me hago a la idea. Ahora si me levanto. Me ducho. Salgo de mi casa. Regreso de inmediato. Me visto. Salgo de mi casa.
8:15am. El coche frena. Grito a Claudia. Claudia Baja. Sube al coche.
8:45am. Ximena sale de su casa. Regresa a ella de inmediato. Se viste. Sale de su casa. Sube al coche.
9:00am. Inmensa fila al cine. ¿Qué película vamos a ver?. Toy Story. ¿Estamos en 1995?. 2009. Entramos a la Sala.
10:15am. Woody Rescata a Buzz. Buzz y Woody corren tras la mudanza. Los juguetes amorfos que les ayudaron a escapar de las garras del niño psicópata se quedan atrás. Malditos Woddy y Buzz, ¡vayanse a la verga!. Grite eso, upss. Suben a la mudanza y son felices. Yo soy tu amigo fiel, yo soy tu amigo fiel… Recuerdo de Champy (perro). Lagrima interior.
11:00am. Hueco estomago, debe llenarse. Chilaquiles divorciados. Estomago lleno, debe vaciarse. Baño.
12:00pm. Alebrijes en Reforma. Alebrijes destruidos por la lluvia en Reforma.
2:00pm. Reforma 222. La misma plaza de siempre. Ximena elige película:9. ¿9? . Si, 9. No quiero. ¡9!. Me da dos boletos para 9 por favor.
2:55pm. Nueve. 9 muñequitos. 9 muñequitos enumerados. 9 muñequitos en guerra. Mis ojos se cierran. Ronquidos.
3:30pm. ¡Solo quedan 3 muñequitos! Créditos. ¿Te gustó la película? . Me encanto. ¿De verdad? . Sí, me identifique con “dos”. “Dos” murió al inicio de la película. ¡Ah! Entonces debió ser con 9.
5:00pm. Mamá en Reforma. Invito a comer a mi mamá y Ximena. ¡Sushi! . ¿En verdad murió 2? . Quiero Tepanyaki. ¿Pediste mi té verde? No, tú querías limonada, yo naranjada y mi mamá Clericot . No, quería té verde. ¿Sí? Si. Un té verde por favor.
6:00pm. ¿Bueno? Hola Champy. Hola Irma. ¿Vamos a ver Rec2? . Este ehhmm… Me lo prometiste hace un año. Claro, ¿Cuándo la vemos? . Hoy. ¿Hoy? . Si a las 8. Ok. Te veo entonces. Si, si… Rec2 ¿verdad? Si. Ok. Ok.
7:45pm. Me da 4 boletos para… ¿La película de Michael Jackson? . No. ¿Entonces? . Rec2. ¿Segura? . Si. Mira ya salió la de nueve. No, quiero Rec2. Cuatro boletos para rec2 por favor.
8:00pm. Empieza película. ¿Por qué estoy aquí?
8:01pm. De verdad, ¿Por qué estoy aquí?
8:15pm. ¡Putísima!
8:21pm. ¡Coño!
9:00pm. Mamá, mamá…
9:15pm. No quiero seguir aquí, sáquenme.
9:30pm. Ándale yo vivo en un departamento ¿Y si mi vecina se infecta y se venga de que siempre me llevo su correspondencia por error?
10:00pm. ¿Un café? Si va. Qué bueno, necesito despejarme.
10:30pm. Pues vámonos, ¿no? ¿Tan rápido? Si, ya es tarde ¿No gustan un panini? No, no gracias, es tarde. Ok.
11:00pm. Chequeo de camioneta; listo. Segundo chequeo de Camioneta; listo. Ok, todo bien casi no hay coches. Se acerca un coche. Mmm, no creo que la señora sea un zombie. ¿Oh si? . Le sonrio. Me sonríe. ¡Quiere mis tripas! ¡¡¡Acelera!!!
11:15pm. ¡Casita! Estaciono la camioneta. Buenas noches señora Ramírez. Buenas noches Champy. Disculpe por lo de la correspondencia. No te preocupes. Ok. Gracias. Corre corre a la casa.
11: 20 pm. Noches buenas, má. Noches buenas Hijo.
11:21 pm. ¡Bah! No estuvo tan fea la película.
1:00 am. ¡Champy, duérmete!
3:00 am. ¿Qué habrá sido de los muñecos deformes de Toy Story? Seguro algún vecino los mato.
4:00 am. ¿De verdad “dos” se murió? Claro, seguro había zombies.
5:00 am. ¡Que te duermas con un carajo!
5:30 am. ¡Bah! No estuvo tan fea la película.
6:00 am. Sí, me dio más miedo la primera, en ésta los actores no se veían tan malos.
7:00am. Mira qué bien se ve mi ropa acomodada por color.
7:30am. … y witzi witzi araña otra vez subió.
8:00am. A trabajar.
9:30am. Buenos días Brenda. Buenos días Champy. Ayer vi REC2. ¿Qué tal? . ¡Bah!, no da tanto miedo.
Ladrones de tiempo
martes, 6 de octubre de 2009
Ya sé, ya sé, no he escrito en casi un mes. Varios me han regañado, algunos me han preguntado si estoy enfermo. La buena noticia es que no estoy enfermo, la mala es que no he tenido tiempo de escribir. Prometo ser más constante con mis entradas. No crean que me siento mucho porque visitan mi blog regularmente, más que importante, me siento orgulloso. Gracias a todos por seguir leyéndome y checando mis nuevas entradas: espero no haber perdido el toque.
Me gusta tener tiempo. Tiempo para hacer todo y decidir no hacer nada.
Desde que era niño, una de mis grandes aficiones es leer. En este momento me imaginan sentado frente a la chimenea de mi abuelo, con Moby Dick en mis manos y el perro de la familia tirado a mis pies. Nada más lejos de la realidad. Más bien era algo así:
El pequeño Champy, con apenas 8 años de vida, se escabullía al librero de su abuelo y escondido debajo de un escritorio viejo, leía todo lo que encontraba. No había perro. Mucho menos fogata. Ni siquiera puedo imaginarme encontrar Moby Dick.
Cuando tenía suerte, encontraba “La Celestina” o “Pedro Paramo”. En otras ocasiones tenia aun más suerte y encontraba un tomo de “Condorito” (Me siento muy orgulloso de mi colección de más de 100 ejemplares). Obviamente, existían ocasiones cuando no encontraba nada de mi selectivo interés, así que recurría a lo de siempre: Momo.
Muchos dicen que su libro favorito es “100 años de soledad”, “El príncipe” o “Don quijote de la mancha”. El mío es más simple, mágico, irreal y adictivo.
Momo es una niña de 100 años -o al menos eso dice ella-, de dudosa procedencia, que entra en una lucha increíble contra los hombres de gris (algo así como los malos de matrix, pero con mas cache). Ella debe derrotarlos para que los humanos recuperen “el tiempo que los hombres de gris les quitaron”.
Cuando era niño se me hacia complicado entender como nadie se daba cuenta que lo chicos malos con moda otoño invierno, estaban fregándose a los humanos. ¿En realidad los humanos estaban tan ocupados en sus asuntos como argumenta el libro?. De chico me parecía imposible. Ahora ya no.
¿Qué hacer? Seguir enfrascándote en libros que te llevarán a conocer situaciones humanas nunca (y tal vez jamás) vividas. O salir a la calle y vivir, trabajar, reír, enojarte y patalear por berrinches sin razón. Aquí empieza un comercial de Nescafe, que te invita a despertar y vivir. Pero no. Yo no. Quédate en tu casa, no siempre tienes que estar afuera, diviértete desde el interior de un libro, no un antro. Abre una botella, pero que sea de mar con un mensaje oculto, no de bar con Bacardí inconcluso (pinche poeta del copy).
De vez en cuando es preferible leer y escribir. A veces la realidad nos abrume tanto, que no nos damos tiempo de respirar y ver que las cosas no están tan de la chingada.
Llevo 2 meses con un libro, Diablo Guardián. Para quien me conoce, esto es una eternidad, nunca había tardado tanto en leer algo que me fascinara. Una novela tan buena, merece ser leída en un plazo no mayor a 2 semanas. Por respeto. Por dignidad -la del libro y la mía-.
¿La consecuencia de mis actos? Dos libros en fila… como pinches tortilleros. Una bruja verde y mala está impaciente para contarme su vida y lo mal que la historia la ha tratado. Y un estudiante debe esperar un poco más para contarme su romance con la novia de su mejor amigo muerto.
No postergaré más mis libros, terminaré el que estoy leyendo y aceptaré recomendaciones de todo mundo. Escribiré más seguido, sobre trivialidades de la vida cotidiana de un Champy poco común. Volveré a ser el niño que fui antes, escondido debajo de un escritorio y esperando que al final de cada libro, haya un "Condorito" esperándome.
Me gusta tener tiempo. Tiempo para hacer todo y decidir no hacer nada.
Desde que era niño, una de mis grandes aficiones es leer. En este momento me imaginan sentado frente a la chimenea de mi abuelo, con Moby Dick en mis manos y el perro de la familia tirado a mis pies. Nada más lejos de la realidad. Más bien era algo así:
El pequeño Champy, con apenas 8 años de vida, se escabullía al librero de su abuelo y escondido debajo de un escritorio viejo, leía todo lo que encontraba. No había perro. Mucho menos fogata. Ni siquiera puedo imaginarme encontrar Moby Dick.
Cuando tenía suerte, encontraba “La Celestina” o “Pedro Paramo”. En otras ocasiones tenia aun más suerte y encontraba un tomo de “Condorito” (Me siento muy orgulloso de mi colección de más de 100 ejemplares). Obviamente, existían ocasiones cuando no encontraba nada de mi selectivo interés, así que recurría a lo de siempre: Momo.
Muchos dicen que su libro favorito es “100 años de soledad”, “El príncipe” o “Don quijote de la mancha”. El mío es más simple, mágico, irreal y adictivo.
Momo es una niña de 100 años -o al menos eso dice ella-, de dudosa procedencia, que entra en una lucha increíble contra los hombres de gris (algo así como los malos de matrix, pero con mas cache). Ella debe derrotarlos para que los humanos recuperen “el tiempo que los hombres de gris les quitaron”.
Cuando era niño se me hacia complicado entender como nadie se daba cuenta que lo chicos malos con moda otoño invierno, estaban fregándose a los humanos. ¿En realidad los humanos estaban tan ocupados en sus asuntos como argumenta el libro?. De chico me parecía imposible. Ahora ya no.
¿Qué hacer? Seguir enfrascándote en libros que te llevarán a conocer situaciones humanas nunca (y tal vez jamás) vividas. O salir a la calle y vivir, trabajar, reír, enojarte y patalear por berrinches sin razón. Aquí empieza un comercial de Nescafe, que te invita a despertar y vivir. Pero no. Yo no. Quédate en tu casa, no siempre tienes que estar afuera, diviértete desde el interior de un libro, no un antro. Abre una botella, pero que sea de mar con un mensaje oculto, no de bar con Bacardí inconcluso (pinche poeta del copy).
De vez en cuando es preferible leer y escribir. A veces la realidad nos abrume tanto, que no nos damos tiempo de respirar y ver que las cosas no están tan de la chingada.
Llevo 2 meses con un libro, Diablo Guardián. Para quien me conoce, esto es una eternidad, nunca había tardado tanto en leer algo que me fascinara. Una novela tan buena, merece ser leída en un plazo no mayor a 2 semanas. Por respeto. Por dignidad -la del libro y la mía-.
¿La consecuencia de mis actos? Dos libros en fila… como pinches tortilleros. Una bruja verde y mala está impaciente para contarme su vida y lo mal que la historia la ha tratado. Y un estudiante debe esperar un poco más para contarme su romance con la novia de su mejor amigo muerto.
No postergaré más mis libros, terminaré el que estoy leyendo y aceptaré recomendaciones de todo mundo. Escribiré más seguido, sobre trivialidades de la vida cotidiana de un Champy poco común. Volveré a ser el niño que fui antes, escondido debajo de un escritorio y esperando que al final de cada libro, haya un "Condorito" esperándome.
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