La historia del universo.

¿Qué estás a punto de leer?

Desvaríos de un tipo que cuando no tiene nada que hacer se cree Benedetti - ¡hay cálmate Benedetti!-, con tendencias a satirizar su mala fortuna, idolatrar personajes fictícios y fumar como si el mundo se fuera a acabar.



Prólogo

No creo que ganes sabiduría leyendo este blog, que tus paradigmas se rompan de repente y tengas una nueva visión/misión de tu vida. Tampoco creo que pierdas algo leyendolo.
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Son exactamente las 8:53 pm, es martes y sigo en el trabajo. ¡Dios! ¿Cuándo crecí de repente? Hace sólo dos días era un chamaco de 8 años correteando perros en el parque –ok, ok, aplastado en el sillón viendo Drango Ball-, y ahora un “profesionista” –espero aún no entrar en la categoría de Yuppi, pero mi Te Chai Latte envasado por Starbucks me mira y me dice: Sí-; terminando de checar unos textos que se mandarán a impresión mañana.

¡Necesito un descanso!, no aguanto este ritmo de vida, ¿pero qué digo? Mi abuelo a mi edad ya estaba casado esperando su segundo hijo, ¿quiere decir que no estoy hecho como los de antes? ¿estoy constituido por una clase de genes de baja calidad? Me niego a pensar que el lapsus momentáneo de alzaheimer que sufrieron mis padres al olvidar su clase de control natal, combinado con una fuerte dosis de alcohol; dieron como resultado la presencia de una persona que no está hecha para labrar su propio futuro –sonó a comercial del PRI-.

A dos años de egresado, mi única pregunta es: ¿Qué chi$@os se supone que debo hacer ahora? Mi vida no cambió mucho; en lugar de despertarme e ir a la escuela; ahora me despierto y voy al trabajo. Mis expectativas tampoco han cambiando, sigo queriendo ser el mejor mercadologo/publicista/cinematógrafo/escritor de México, pero creo que Gaél ya me robo el puesto.

Este es el inicio de una sarta de desvaríos, mentadas de madre al mundo, agradecimientos, opiniones y demás cosas que se me puedan ocurrir en el camino. No sé a quien le escribo y no sé quién me lea, desde mi mejor amiga que seguro lo esta haciendo –hola bichito te amo-, hasta un degenerado que está esperando que se descargue su película porno –hola Chapa-. De igual forma, espero su retroalimentación no importa que sea buena o mala –sí importa-, lo único que hago aquí es poner mi alma al aire, Champy al aire. ¡Let´s rock!