Debo de ser sincero, nunca me he topado con un diseñador amable, inteligente, talentoso, buena onda, creativo y con buena vibra; en realidad dudo mucho que exista tal ente. Al contrario, la mayoría de los diseñadores que conozco son bastante extraños, amargados o locos; tal vez por eso me caen tan mal, se han de parecer en algo a mí.
Hoy que es el día del diseñador, me pongo a pensar ¿qué demonios hicieron para merecer su propio día? Porque vamos, para que te den tu día debes tener algún mérito. Mamás, por ser mamás; papás, por ser papás; independencia, porque tanto desmadre debe ser recordado; taco, por ser rico y nutritivo; pero ¿diseñadores?, ¿será por aprenderse los colores de memoria?; ¿pasarse horas frente a una computadora mientras tragan porquerías y chatean con amigos?; ¿por sentirse artistas cuando un layer se desaparece o un vector se elimina y su error se ve “cool”? No lo entiendo, pero bueno, tienen su día ¡felicidades, bola de…!
Mi experiencia me dice que todos los diseñadores:
- Son dramáticos hasta morir
- Se sienten ofendidos si les cambias el color. Aún cuando específicamente pediste azul y ellos pusieron rojo
- Si se equivocan, son distraídos; si nos equivocamos, somos idiotas
- Son seres incomprendidos, su mal humor y rabietas son producto de una genialidad innata; de ninguna manera deben de ser contrariados
- Ellos no pueden leer los textos que les mandamos; justifican todo con su “YO SÓLO HAGO COPY PASTE”; pero eso sí, si las impresiones salen mal, “es que me dejan solo con la responsabilidad”
- Se burlan de los clientes porque piden archivos modificables en power point (espera, yo también lo hago, ésta no cuenta)
- Si les pedimos que nos ayuden a buscar imágenes, se ofenden y nos dicen que no somos sus jefes
- Presumen de horas interminables de trabajo, pero nada más sale un nuevo producto de Apple o hay rebajas en las tiendas de ropa y salen corriendo sin deberla ni temerla
- Sólo ellos pueden decidir qué ordenar para cenar si el trabajo se alarga hasta la madrugada
Lo sé, suena bastante ardido, dirán que soy el típico creativo que se pelea con los diseñadores; pero alguien tenía que decirlo.
Por otro lado, debo aceptarlo, mis mejores momentos laborales han sido a lado de estos seres extraños. Es más, varios de mis mejores amigos son diseñadores, no por eso digo que son buenas personas, no lo son; pero así los quiero. Como colaboradores de trabajo pueden ser bastante nefastos, pero como amigos, no puedo quejarme.
Así que a todos mis amigos diseñadores, compañeros, ex-alumnos y ex-compañeros de trabajo, les deseo un excelente día. Es más, agradezco que exista, incluso ustedes deben sentirse queridos al menos por un día al año.
¡Felicidades!
