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Cuando estamos juntos...

lunes, 10 de mayo de 2010
Soy un cursi, lo sé, pero, ¿cómo no escribir de la única persona a la que puedo llamar genuinamente: Mi héroe?

Los que son hijos únicos y de madre soltera me entenderán, los demás supongo también; pero el lazo que se crea entre una madre y un hijo es tan fuerte que nada y nadie lo puede quebrantar.

Mi mamá me enseñó que:

  • No hay nada más valioso que la palabra de un hombre
  • Mientras estemos juntos, ni la marea mas fuerte nos derribará
  • Amar a mi perro como el me ama a mi
  • Sobre advertencia no hay engaño
  • No importa qué tan difícil parezca, siempre se puede
  • Es mejor equivocarse por nuestros errores que por los de alguien más
  • Nadie es imprescindible
  • Por mucha hambre que tenga, la pasta de dientes NO es un bocadillo
  • Ella no puede obligarme a querer a mi papá pero si a respetarlo
  • Por muy complicada que esté la situación, Dios nunca se aleja de nosotros
  • No es buena la combinación de cerillos y cortinas
  • Respetar a una mujer y tratarla como una reina es sentido común.
  • La comunicación es la mejor vía para una buena relación
  • Las calcetas blancas con zapatos negros se dejaron de usar antes de que yo naciera
  • La familia no es dictaminada por la sangre sino por el alma
  • Tener un hijo siendo soltera es una de dos: Un dolor de cabeza o un equipo indestructible.


Durante toda mi vida he aprendido mucho de mi madre. Mientras veía cómo mis primos, además de hermanos, tenían una figura paterna que los acompañaba mientras crecían, mi mamá y yo teníamos un Larousse ilustrado y los consejos de Ernesto Lamoglia en su programa de radio: “Lamoglia, la familia y usted”.

Muchos me han preguntado si me hizo falta un papá. La única respuesta que se me ocurre es: ¿A ti te ha hecho falta un tercer brazo? Creo que no puedo saberlo porque para mi eso no entra en mi ecuación familiar.

Hasta el día de hoy no he conocido a una mujer tan fuerte, valiente y leal como mi madre. A ella le debo mi sentido del humor, mi afición por los libros, el lunar que tengo comenzando mi estomago, la necedad ante las cosas que me importan, el respeto que le tengo a cada persona que habita este mundo, el amor incondicional a mis amigos, mi cabello negro, la extraña forma de reaccionar frente a las cucarachas, el no temer cuando me pierdo en la ciudad; pero sobre todo, la convicción de que soñar no es una perdida de tiempo.

El camino no fue nada fácil y aun no termina, aun hay bastantes pruebas que tenemos que superar, pero 24 años de experiencia me dicen que cuando estamos juntos, ningún problema es lo suficiente grande.

Hoy con toda la seguridad y confianza del mundo afirmo:


¡Te amo mamá!

5 comentarios to Cuando estamos juntos...:

Max dijo...

Y los ojos rasgados???

Isabela dijo...

aaaaaay vivan las mamis, y la mia un poquito mas que senti tan bonito al identificarme con tu post.
La mamis tienen hasta los brazos de un pulpo jajaja

P.G.Daisy dijo...

Que bonito post!!!

Estoy de acuerdo, cuando solo son una madre y su hij@ se forma un lazo irrompible.

Me encanto la parte de las cosas que te enseñó- la pasta de dientes no es un bocadillo- jajaja.

Iris Aguirre dijo...

Wow! Que bello post!

Mil felicidades a tu mami!!!!!

Héctor Mayoral dijo...

Yey! Agradezco a ella no seas un delicuente o un truhán. Hay de humores y el tuyo es el más blanco que haya escuchado.

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